Soluciones de análisis de ocratoxina para la detección de ocratoxina en laboratorio e in situ

Las ocratoxinas son potentes toxinas fúngicas que pueden contaminar los alimentos y piensos tanto procesados como sin procesar, especialmente cuando se almacenan en condiciones de calor y humedad.

Estas toxinas afectan principalmente a los riñones y son cancerígenas para los roedores. Son producidas por especies de Aspergillus y Penicillium, y se encuentran comúnmente en cultivos, café, vino y uvas pasas. La ocratoxina se produce con mayor frecuencia durante el almacenamiento en condiciones que favorecen el crecimiento del moho, como los ambientes cálidos y húmedos con niveles de humedad superiores al 14% y temperaturas superiores a los 20ºC.

Muchos países han establecido normativas para proteger a los consumidores de los efectos nocivos de la ingestión de ocratoxina. Por ejemplo, la Unión Europea ha establecido niveles máximos para los alimentos y niveles orientativos para los piensos, mientras que China ha establecido niveles permitidos de ocratoxina en los piensos. Otros países con normativas son Singapur, Malasia, Corea, Indonesia y China.

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