Soluciones para la detección de fumonisinas en laboratorio e in situ

Las fumonisinas (FUM) son potentes toxinas fúngicas que se forman tras la exposición de los cultivos a un estrés por sequía seguido de condiciones climáticas cálidas y húmedas.

Se sabe que estas toxinas favorecen la aparición de tumores y causan enfermedades hepáticas tanto en humanos como en animales. Los principales grupos de fumonisinas - FB1, FB2 y FB3 - se encuentran habitualmente en el maíz, el arroz, el sorgo y la cebada. Para evitar la contaminación, se recomienda cosechar los granos sin dañar el grano y almacenarlos con niveles de humedad inferiores al 14%.

Para proteger a los consumidores de los efectos nocivos de la ingesta de fumonisinas, la mayoría de los países han establecido normativas con niveles máximos fijados para muchos productos agrícolas básicos como cereales, subproductos de cereales y piensos.

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